jueves, 9 de junio de 2011

Belleza artificial

Cada día me doy más cuenta de lo loca que está alguna gente. Una de las noticias que he leído y me ha dejado completamente alucinada es la última novedad sobre la "Barbie humana", la británica Sarah Burge.

Sinceramente, no he leído muchas noticias sobre esta mujer pero creo que es famosa por intentar que no la reconozca ni su madre tras los múltiples tratamientos estéticos que se ha hecho y por regentar exitosos cosméticos.

La última de la Barbie es que le ha regalado a su hija pequeña por su 7º cumpleaños...¡una operación de pecho! Pues sí le regala eso a su edad, ¿qué dejará para los 18 años? Vamos, no hay más que ver a la niña para saber que será digna sucesora de su madre. Ya en serio, me parece alucinante que una madre, en vez de educar a sus hijos en la propia aceptación personal, regale a su hija de sólo 7 años una operación de cirugía estética. La Kelly (la hermana pequeña de la muñeca Barbie) no podrá aumentar sus pechos hasta que cumpla los 16 años.

Pero aquí no termina la cosa. Resulta que la Barbie tiene otra hija de 16 años, Hannah. Según la adolescente, le habían salido un par de líneas en algunas partes de su rostro y se sentía tan mal que su madre le inyectó bótox para evitar las futuras arrugas. Y según Sarah, prefiere hacérselo ella ante que su hija lo haga a escondidas y mediante publicidad engañosa. Vaya, pues si con todo es igual, ¿qué pasará cuando su hija quiera perder la virginidad?

¿Dónde están aquí los psicólogos? Yo creo que tanto la madre como las hijas (sobre todo la mayor) tienen un serio problema de aceptación pues buscan la perfección cuando eso es algo que no se puede lograr por muchas cirugías que te hagas. Y si lo consigues, estupendo, pero, ¿y qué? Las personas deben aceptarse tal y como son y no obsesionarse por pequeños defectos, porque seguro que Sarah antes de realizarse tantísimas operaciones no era el Jorobado de Notre Dame.

A ver, respeto a todas las personas, cada uno es libre de hacer lo que quiera, pero hay que ser serios: ¿cómo le vas a regalar a una niña de 7 años, que apenas sabe nada de la vida, un aumento de pecho? La impresión que da esta mujer es que quiere que sus hijas sean perfectas pues, aunque sus hijas no se acepten por algún defecto, no tienen la edad ni la madurez suficiente para empezar con tratamientos estéticos, pues para meterse en un quirófano o pincharse agujas hay que tener un mínimo de madurez y pensar muy bien el gran cambio que se va a producir en tu cuerpo y no por la tontería de las líneas.

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