viernes, 19 de noviembre de 2010

¡Por fin empieza un poco de justicia!

Cada día, son bastantes las personas que se someten a operaciones de cirujía estética. La mayoría de las veces, el resultado es magnífico pero, ¿qué ocurre cuando una operación de nariz te condena a vivir postrado en una cama?, ¿cuando se lleva todos tus sueños?, ¿cuando acaba completamente con tu futuro? 
Si pudiera, Antonio Meño respondería a estas preguntas. Hace 21 años, se sometió a una operación para mejorar su nariz. ¿Cuál fue el resultado? Se quedó en estado vegetativo.
Sus padres, Juana y Antonio, lucharon lo imposible para que se reconociera la negligencia que se cometió contra su hijo. Pero, como algunas veces la justicia es así de sorprendente, no sólo no reconocieron la negligencia, sino que, además, obligaron a los padres de Antonio Meño ha pagar los 400.000 euros por costas procesales, por la cual les embargaron su piso. Desde hace 521 días, los padres de Antonio acampan frente a la madrileña Plaza Jacinto Benavente, como protesta a la negligencia que cometieron contra su hijo.

Desde hace 521 días, este ha sido el "hogar" de los Meño
Pero la pesadilla ya va llegando a su fin. Gracias a la declaración de un testigo de la operación realizada a Antonio Meño en la Clínica Nuestra Señora de América, el Dr. Ignacio Frade, se ha podido conocer que, en el momento en que se desconectó el tubo que unía al paciente con la máquina, el anestesista no se encontraba en el quirófano para reconectarlo. La defensa de los demandados ha alegado que, aunque exista este testimonio, no se ha podido probar que se diera una maquinación fraudulenta, por lo que pidió que sus clientes fueran absueltos.

Antonio y sus padres en el Tribunal Supremo
Tras una lucha incansable, los padres de Antonio pueden ver un poco de luz, al fin. La tarde del miércoles, el Tribunal Supremo ordenó la repetición del jucio por negligencia, ya que asegura que hubo maquinación fraudulenta por parte del anestesista y la clínica. La madre de Antonio, Juana, afima que "Me cuesta mucho asimilarlo. Esto ha sido una lucha muy fuerte, entre titanes" . Los padres esperan que la negociación con las aseguradoras funcione y que no deban esperar  20 años, ya que son mayores para esperar a que concluya otro caso judicial. "Jamás hemos pensado en una indemnización, eso es cosa de abogados porque lo importante es la vida de mi hijo y espero que se haga justicia", declara Antonio, el padre.
Desde aquí, muchísima suerte a la Familia Meño, pues, tras tanta lucha, merecen el reconocimiento de la injusticia cometida contra su hijo, al que, por un error médico, han cortado su futuro.

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