Y mientras Gadafi se resiste a abandonar el poder que lleva ocupando desde hace 41 años, el presidente de Yemen, Alí Abdalá Saleh, ha afirmado que dejará el cargo en las próximas elecciones de 2012, dejando el poder en manos del Parlamento . Pero esta decisión no parece haber contentado a los manifestantes, que exigen una inmediata retirada.
Siguiendo el modelo de Túnez y Egito, los contrarios al presidente de Yemen comenzarón una serie de protestas pacíficas el 27 de enero, pero se intensificaron a partir de febrero.
El episodio más destacado fue la matanza en los alrededores de la Universidad de Saná, causando 45 muertos y 270 heridos. Este hecho provocó que Saleh decretara el estado de emergencia.
Saná, la capital, es el foco de tensión de este país, pues los principales enfrentamientos tienen lugar en esta ciudad, que no descansará en paz hasta que se alcance un acuerdo.
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