domingo, 31 de octubre de 2010

El papel de la alimentación

Según los psicólogos, la población expuesta a sufrir trastornos alimenticios son las personas de entre 10 y 25 años. En verano de 2010, estos trastornos crecieron un 80% y se estima que aumentaran un 60% en invierno. Los trastornos alimenticios son la tercera causa de muerte en los adolescentes. Un 0,6% de las adolescentes españolas sufren anorexia o bulimia y estos trastornos se dan en un 0,3% en sus coetáneos masculinos. Se estima que la tasa de recuperación es del 25%. En niños, los más vulnerables a sufrir algún trastorno son los de entre 6 y 14 años y se estima que cuando la enfermedad aparece a edades tan tempranas, el pronóstico suele ser peor.
Los factores que impulsan a los pacientes a sufrir algún trastorno en la conducta alimentaria son la falta de sustancias químicas en su cerebro, incorrectas expectativas sobre ellos mismos y los demás, la convivencia con familias des estructuradas, el interiorizar los sentimientos y no sacarlos a la luz y el éxito asignado por los medios de comunicación a las personas delgadas.
Cuando hablamos de trastornos alimenticios, enseguida se nos viene a la mente anorexia y bulimia. Pero existen otros muchos:
- Síndrome por Atracón: Consiste en la sobre ingesta compulsiva de alimentos. Después del atracón, aparece una restricción alimentaria, en la que baja la energía vital y se siente la necesidad imperiosa de comer.
- Anorexia: Consiste en una gran pérdida de peso, un 15%, debido a dietas estrictas y al uso de conductas purgativas (vómitos, ejercicio físico). La persona afectada cree estar por encima de su peso, pero en realidad están por debajo. El paciente siente miedo de comer ante los demás, consume dietas bajas en hidratos de carbono y grasas, se preocupa por los alimentos y para ocultar su enfermedad, mienten. Las principales víctimas son las mujeres y las adolescentes, pero en los últimos tiempos, se han registrado ingresos masculinos en centros especializados en trastornos alimenticios.

- Bulimia: El paciente experimenta grandes atracones en períodos de tiempo muy corto. Para compensar, utiliza laxantes en abundancia. El paciente se preocupa excesivamente por su imagen y experimenta sentimientos de depresión, ansiedad y culpabilidad por no tener autocontrol. La población en riesgo son mujeres de países industrializados como EE.UU, América Latina, la UE, Canadá, Australia, Japón, Nueva Zelanda y Sudáfrica. Se estima que 1 de cada 10 pacientes bulímicos es hombre. Esta enfermedad puede aparecer después de un proceso de adelgazamiento.
- Vigorexia: Consiste en una preocupación obsesiva por el físico y la distorsión del esquema corporal. Los más propensos a padecer esta enfermedad son los hombres. Los síntomas que se dan son mirarse excesivamente en los espejos y verse enclenque, deporte físico excesivo, normalmente 8 o más horas, el aislamiento social, dietas bajas en grasa y ricas en hidratos de carbono y proteínas. Para aumentar la masa muscular, se suelen consumir productos dopantes, como anabolizantes esteroides.
- Dismorfofobia: Es la preocupación excesiva de algún defecto físico inexistente.
- Megarexia: Es una percepción errónea del aspecto físico. Consiste en personas obesas que creen estar por debajo de su peso adecuado. Creen que el exceso de peso es sinónimo de fuerza y vitalidad. Consumen elevadas cantidades de alimentos no sanos, por lo que su dieta es alta en grasa.

- Ortorexia: Consiste en la obsesión de comer comida saludable según el paciente. Los alimentos con preservantes los considera "peligrosos", los producidos industrialmente son "artificiales" y los biológicos, "saludables". El paciente siente grandes deseos de comer si su estado de ánimo se ve alterado. Puede producirse una desnutrición y, a veces, muerte por inanición.
- Pica: Consiste en el deseo irresistible de consumir sustancias no nutritivas e inusuales. Algunas de estas sustancias son almidón, tierra, excrementos, mocos, tiza, sangre, cabello....Los niñas y niñas con este problema son los de entre 1 y 6 años, y comprenden un porcentaje del 10% al 32%. Los afectados son los niños, mujeres embarazadas, niños autistas, personas con discapacidad mental y con trastornos del desarrollo. En la foto siguiente se muestra el estómago de una persona con pica:



- Diabulemia: Son los pacientes que, a parte de sufrir bulimia, padecen de diabetes. Manipulan las dosis de insulina para compensar los atracones o adelgazar.
- Obesidad: Se presenta en personas que consumen grandes cantidades de alimentos calóricos y llevan una vida sedentaria.

Un ejemplo de superación de estos trastornos es la británica Melanie Monks, de 19 años. Quiso parecerse a famosas como Victoria Beckham, ya que en la escuela la llamaban gorda. A los 17 años, le enorgullecía llevar ropas de niños de 8 y 10 años. Se dió cuenta de su enfermedad gracias a la ayuda de su novio, Ryan Lee. Esta joven llegó a pasar 5 días sin probar bocado. Una vez superada su enfermedad, empezó a estudiar Psicología y ahora aspira a ser Miss Inglaterra.

Pero no siempre los pacientes logran salir adelante. Anna Wood se vió incapaz de salir de una dieta realizada junto a su madre después de las Navidades, reduciendo el consumo de alimentos progresivamente. Tras cuatro meses ingresada, los médicos le dieron el alta pero un día, se desplomó. Su familia descubrió que había recaído en su enfermedad. Tenía una úlcera perforada. Falleció a los 15 años de un ataque al corazón.

Pero la anorexia no sólo se da en el sector femenino. Taylor Kerkham empezó a obsesinarse con su cuerpo debido a las burlas de sus comapañeros de colegio. Según un periódico británico, algunos días consumía una rodaja de tomate y un yogurt. Los padres, muy preocupados por la delgadez de su hijo, le ingresaron en un hospital y empezaron a alimentarle a través de vía intravenosa. Los médicos alertaron que su circulación era tan pobre que podría haber perdido las extremidades. Tras meses de cuidados médicos y terapias, Taylor, con sólo 11 años, ya puede afirmar que ha salido del infierno de la anorexia.
La joven de la foto, Filippa Hamilton, fue despedida el año pasado por el diseñador Ralph Lauren por "gorda". Filippa trabajaba desde el 2002 en esa marca y le sorprendió verse excesivamente delgada en una foto publicitaria, debido al Photoshop. La firma Polo Ralph Lauren pidió disculpas a la modelo y alegó que el despido se había producido por "incumplimiento en las condiciones del contrato".

Según el modisto Karl Lagerfeld, las mujeres con curva no tienen lugar en el mundo de las pasarelas, ya que a nadie le apatece ver "mujeres rollizas". Además, ha calificado de absurda la decisión de la revista Brigitte de utilizar en sus portadas a mujeres de la calle en vez de modelos profesionales.
La directora de Vogue pidió a los diseñadores, a través de una carta, que "dejaran de fabricar ropa para modelos anoréxicas, ya que famosas modelos como Kate Moss, Naomi Campbell o Linda Evangelista no consiguen entrar en las prendas". Los destinatarios de la carta eran Dolce & Gabbana, Versace, John Galliano, Channel, Christian Dior o Prada.

Otro problema de la alimentación es la comida rápida servida en los establecimientos de fast food. Algunos de estos establecimientos son Telepizza, McDonald's, Burger King y Cervecería 100 montaditos.
Una característica de estos establecimientos es el
consumo de alimentos sin necesidad de cubiertos.
Otra característica es que no hay servicio de mesas,
por lo que las personas hacen fila para encargar y
recoger su comida, entregada al instante. Hay cubos de basura donde los clientes tiran los restos de comida. Existe un servicio llamado Drive-In, que
consiste en el encargo y recogida de comida desde el coche a una ventanilla. En la comida rápida, se emplea el uso de añadidos y técnicas de proceso que alteran el alimento en su forma original y reducen su valor alimenticio, lo que hace que sea calificada como comida basura.
Este tipo de comida contiene niveles calóricos muy altos. Por ejemplo, una hamburguesa doble con queso, patatas fritas, bebida y postre contiene 2200 kcal. La comida basura proporciona al consumidor grasas, colesterol, azúcares y sal. Si este tipo de comida se transforma en un hábito, puede provocar obesidad, celulitis, colesterol elevado, aumento de la presión arterial, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
En España, existen alrededor de 3.000 cadenas de comida rápida.
En 2004, Morgan Spurlock protagonizó el documental Super Size Me, en el que se denunciaban las consecuencias de adquirir hábitos en los establecimientos fast food. Durante 30 días, Morgan se alimentó a base de alimentos de McDonald's. Antes de este experimento, Spurlock consumía una dieta variada, pesaba 84,1 kg., medía 188 cm. y su IMC era de 23,2 (dentro del rango sano). Comía 3 veces al día en McDonald's, llegando a consumir 5000 kcal. diarias. Una vez finalizado el experimento, Morgan pesaba 95,2 kg. y su IMC había subido a 26 (dentro del rango sobrepeso). También experimentó cambios de humor, disfunción sexual y daño en el hígado. Necesitó 14 meses para perder el peso que había ganado.
Debido a la presión social, algunas cadenas de comida rápida, como McDonald's, anuncian en 2006 que incluirán información nutricional en el empaquetado de sus productos.
Algunos ejemplos de alimentos de comida rápida son las hamburguesas, pizzas, butifarra, bocadillos, pollo frito y perritos calientes.
Se estima que 1 de cada 2 españoles sufre sobrepeso y las enfermedades cardiovasculares, con una tasa de mortalidad del 35% en 2000, son la primera causa de muerte en España.
Otro dato curioso es que el 20% de las comidas fuera del hogar, se realizan en establecimientos de fast food.
Para acabar, publicamos una tabla en la que se relacionan las raciones típicas de fast food con su valor calórico:
Porción de pizza (180 g) 352 kcal.
Hamburguesa doble con queso (190 g) 480 kcal.
Alitas de pollo fritas (125 g) 280 kcal.
Croquetas (150 g) 183 kcal.
Bocadillo (120 g) de Frankfurt (90g) 520 kcal.
Patatas fritas medianas (115 g) 353 kcal.
Pastel de manzana (115 g) 320 kcal.
Tarrina de helado mediano(115 g) 235 kcal.
Refresco mediano (350 ml) 145 kcal.
Zumo de fruta (225 ml) 101 kcal.
Bolsita de ketchup (15 g) 15 kcal.
Bolsita de mayonesa (12 g) 86 kcal.
Pasta (2 cazos), salsa de tomate y carne picada (50 g) 331 kcal.

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